PRESENTACIÓN

Dije, precisamente cuando la primera directora de Materiales, Carmen Moreno, pasó el testigo a Núria Vidal, que las revistas -como las personas- tienen vida y han de adaptarse a los cambios que se producen en su entorno si quieren seguir existiendo. Hago esta referencia porque, una vez más, este instrumento a través del que se ha establecido una privilegiada vía de comunicación entre la Consejería de Educación y Ciencia de la Embajada de España y los profesores norteamericanos que enseñan español levanta el telón y muestra un nuevo escenario, que enlaza armónicamente con los que acogieron a los dos primeros actos en los que ha ocurrido, o hemos representado, su curso vital:

• quienes intervinieron en el primer acto, los que aportaron su pensamiento a Materiales, bien conducidos por Carmen Moreno, merecen ser recordados no sólo por la calidad de sus contribuciones, que también, sino por haber sido capaces de dar vida a la revista que hoy es un ser maduro, capaz de transmitir eficazmente ideas y proyectos;
• los que ocuparon la escena en el segundo acto, esta vez bajo la eficaz orientación de Núria Vidal, tuvieron el indiscutible acierto de anclar firmemente Materiales en la realidad de la escuela americana, desarrollando trabajos que quedarán como aportaciones de extraordinario valor para ser objeto de consulta por quienes tratan de insertar la enseñanza de las lenguas en la estructura curricular de las escuelas americanas, y que han tenido como argumento central los “estándares”. La última escena, el número con el que se cierra la serie dirigida por Núria Vidal, trata el valor de la lengua como vínculo entre comunidades culturales y sociales, dejando abierto así un campo de reflexión crucial en EE.UU., y en el mundo: el del papel que el aprendizaje de los idiomas tiene para el futuro de la Humanidad, más allá de su importancia -también grande- como instrumento para acceder a nuevos conocimientos, ejercer determinadas profesiones o consolidar relaciones personales;
• el próximo número, con el que se alzará el telón para que empiece el tercer acto, nos llevará a un desenlace que ya se entrevé en la etapa que cerramos con el actual: si las lenguas han de constituir uno de los puentes que es preciso construir entre comunidades para generar tolerancia y respeto entre etnias y grupos culturales, de una parte, y para facilitarle a los jóvenes de hoy unos instrumentos imprescindibles para vivir en la aldea global en la que se está convirtiendo el mundo, resulta muy aconsejable que la formación que adquieran los que hoy tienen la condición de alumnos tenga como soporte un currículum que les permita poseer las competencias necesarias para, en el futuro, poder comunicarse en diferentes idiomas y apreciar los componentes interculturales (realidades que pertenecen a varias culturas) y multiculturales (hechos, valores, principios que es preciso conocer desde varias perspectivas culturales) que estarán presentes en el campo vital en el que se desarrollarán como personas. Este va a ser el texto que han de interpretar quienes pongan en escena el tercer acto, en el que será Eva Rodríguez, la nueva directora de Materiales, quien habrá de animar y conducir la representación.

Si a lo largo del lapso durante el cual Materiales ha llegado regularmente a los profesores norteamericanos ha sido importante el conseguir que sus páginas acogiesen aportaciones de profesionales e investigadores de diferentes procedencias y con distinto bagaje pedagógico, y el conseguir que ello fuese así ha sido una de las tareas en las que Núria Vidal ha trabajado con eficacia y ahínco, en los números que siguen, en los que lo intercultural y lo multicultural serán el hilo conductor, este requerimiento será central, inexcusable, de ahí que reitere en esta Presentación la invitación a que participen con sus aportaciones en la redacción de cada nuevo número de Materiales maestros, profesores, investigadores, políticos de la educación, administradores y, en general, cualquier profesional que haya hecho una reflexión seria acerca de cómo orientar el aprendizaje de los alumnos para que adquieran los conocimientos y desarrollen las actitudes que requiere el pensar, sentir y vivir en una sociedad multirracial, multilingüe, que crecientemente crea zonas interculturales y en la que es cada vez más frecuente que se entre en contacto con “productos” de diferentes culturas.

Finalmente, decirles que ya no firmaré la Presentación del próximo número de Materiales, tarea que me han asignado las sucesivas directoras de la Revista, y sí lo hará el Dr. Jesús Cruz, quien a partir de este mes de febrero asume por encargo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte las funciones de Consejero de Educación y Ciencia de la Embajada de España. Este cambio, motivado por el deseo de regresar a mis obligaciones como profesor de la Universidad de Salamanca, puede interpretarse, desde la teoría evolutiva de los sistemas, como algo determinado por la mejor adaptación que la publicación busca a los requerimientos de la etapa que inicia: la Revista ha “pensado” con seguridad que yo, por mi propia especialización académica en organización, sería con toda probabilidad menos útil para su futuro eficaz ajuste al medio que el Dr. Cruz, un brillante historiador, madrileño y profesor de historia durante años en una universidad norteamericana, a quien deseo el mayor éxito en el desempeño de sus nuevas responsabilidades.