PRESENTACIÓN Iniciamos con el presente número de Materiales una nueva etapa de la revista cuyo enfoque es el multiculturalismo. Materiales es una publicación con solera, bien establecida, con unas metas claramente definidas y una línea editorial asentada. La revista ha ido madurando en los aún cortos años de su existencia merced al trabajo sobresaliente de los equipos editoriales que nos anteceden, muy especialmente a la labor de Gonzalo Gómez-Dacal, Consejero de Educación hasta el pasado mes de enero y de Carmen Moreno y Nuria Vidal, sus últimas directoras. Vaya por delante nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento por la excelente labor realizada. Ellos convirtieron a Materiales en una revista centrada en la promoción del bilingüismo a través de la oferta de instrumentos didácticos para la enseñanza del español. Éste es y seguirá siendo nuestro objetivo principal, conscientes de que en el mundo del siglo XXI las lenguas se imponen como herramientas esenciales para la dificultosa construcción de la aldea global. Junto con la promoción del bilingüismo, Materiales es un instrumento de promoción de la enseñanza internacional con una voluntad por resaltar la diversidad cultural y la interacción entre culturas. La nueva etapa que se inicia con el presente número, bajo los auspicios de Eva Rodríguez-Braña, su nueva directora, responde a un deseo de ir más allá en la promoción del diálogo intercultural. Es nuestra voluntad que Materiales se convierta en una revista multicultural, es decir, en un foro en el que se reconozca el valor de toda expresión de identidad, un instrumento que ayude a la comprensión del otro para promover el entendimiento mutuo necesario en la sociedad plural que, para bien o para mal, nos está imponiendo la globalización.La educación multicultural se define como un esfuerzo curricular cuya meta es el reconocimiento de la integridad, el valor de la contribución, la viabilidad y la capacidad de las diferentes culturas, lenguas y grupos sociales que integran una sociedad. Las unidades didácticas que se incluyen en el presente número responden a este objetivo. Hemos integrado todas esas metas en una serie de lecciones en las que se intenta transmitir al alumno la diversidad cultural de la comunidad hispana/latina tanto en los Estados Unidos como en el espacio integrado por las naciones de América Latina y la Península Ibérica. Diversidad manifiesta por un lado en el bilingüismo, pluralidad de identidades sociales y nacionales, coexistencia de etnias diversas y un marcado mestizaje cultural. Coincidimos con Geneva Gay en que es mucho lo que queda por hacer para satisfacer plenamente el potencial que ofrece la educación multicultural. Aunque en el terreno de la conceptualización teórica se están realizando notables progresos, los resultados en la práctica docente son todavía muy limitados. Ambas esferas ofrecen numerosos desafíos y oportunidades para que los sectores docentes más comprometidos ofrezcan una enseñanza diferente. El potencial de este movimiento contiene enormes posibilidades para reformar todos los niveles de la enseñanza allá donde se aplique. El multiculturalismo se conforma como una herramienta adecuada para el fomento de los ideales democráticos que ayuden a revitalizar el pluralismo social que cada vez será más característico del siglo XXI. La pregunta es si tendremos el coraje y la voluntad de asumir este desafío y aceptar la invitación de transformar nuestros sistemas educativos en esta dirección para un mejor servicio a las necesidades de nuestros ciudadanos del futuro. La Consejería de Educación de la Embajada de España está plenamente decidida a aceptarlo y así lo expresamos en la nueva etapa de Materiales. Escribo estas líneas aún bajo los efectos de la conmoción, la tristeza y la rabia que me han producido los dramáticos acontecimientos del 11 de septiembre. Vaya por delante mi solidaridad, la de todo el personal de la Consejería de Educación y la del pueblo español en general con el pueblo norteamericano. Creo que en estos momentos de consternación y deseo de justicia, el multiculturalismo se convierte en un valor añadido para la promoción del entendimiento mutuo, la tolerancia y la libertad, instrumentos esenciales para derrotar a los que crean y alimentan la barbarie terrorista.
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